Una de las cosas que más me encuentro en consulta durante los meses de verano es la preocupación por perder el control, echar a perder todo el trabajo que hemos estado haciendo durante meses, volver al punto inicial y retroceder.
Si te sientes identificado con estos sentimientos te recomiendo que sigas leyendo, te pares y reflexiones.
Todo el trabajo que has estado haciendo durante este tiempo es para mejorar tus hábitos, para sentirte mejor, con más energía, para mejorar tu salud, para lograr que estos hábitos se conviertan en tu estilo de vida, que te acompañen para siempre, sea donde sea y por supuesto, ¡también en verano y de vacaciones!
Cuando entendemos esto, todo cambia.
Dejamos de hacer las cosas por obligación, dejamos de creer que se trata de seguir con un plan durante un periodo de tiempo limitado y después olvidarnos.
Tenemos interiorizado este estilo de vida como nuestro día a día, algo que disfrutamos y que queremos llevar allá donde estemos con nosotros.
Igualmente, entendemos que cuando se quieren hacer las cosas bien aparezca el pánico y por ello hoy os queremos traer 10 consejos para seguir con tu rutina en verano:
Organízate. Improvisar, de vez en cuando, está bien, pero es importante que, si estás empezando en este estilo de vida, no dejes nada a la improvisación. Organizar tus comidas te ayudará a evitar caer en la tentación de opciones poco interesantes debido a que quizá no tienes ciertos alimentos en tu despensa.
Sé previsor. Anticípate a cualquier imprevisto. Mete las gomas de entrenamiento en la maleta, algún snack saludable, mira la carta del restaurante antes de ir, prevé en qué momento del día podrás sacar 20 minutos para ti, para moverte, para desconectar y a la vez conectar contigo mismo.
Mantente activo durante tus vacaciones. Aprovecha para visitar la ciudad caminando o en bici. Te ayudará a descubrir muchísimos lugares, a moverte y a que sin apenas darte cuenta llegues al mínimo de pasos diarios recomendados. Si estás en la playa, en lugar de estar todo el día tirado en la toalla aprovecha para nada y para dar un paseo frente al mar.
Aprovecha la alimentación veraniega. En verano contamos con fruta buenísima como la sandía o el melón. Alimentos que además de estar buenísimos son súper nutritivos, bajos en calorías y que nos ayudan a poder recurrir a ellos como picoteo o postre.
Descansa. Tan importante es cuidar nuestra alimentación, nuestro entrenamiento o nuestra mente como el descanso. Aprovecha estos días para descansar, para reponer pilas para poder hacer las cosas con más calma ¡y coger fuerzas para volver con más ganas!
Come despacio, de manera consciente. Sal a comer y disfruta de cada bocado. Opta por buenas opciones como ensaladas fresquitas, gazpachos, carnes o pescados a la plancha, tartares… y sé consciente de lo que comes. Comer despacio y de manera consciente te ayudará a mantenerte más saciado y evitar que acabes comiendo más de lo necesario.
Hidrátate correctamente. Una muy buena manera de hacerlo es teniendo siempre una botella de agua a mano. Aprovecha también para evitar refrescos azucarados o alcohol en tus comidas y hazlo con agua, infusiones, agua con gas, refrescos sin azúcar o bebidas sin alcohol 😁
Entiende que este es tu estilo de vida. Disfruta de cada momento, no te agobies en exceso y entiende que lo que realmente te define es lo que haces el 90% de tu tiempo.
Ten algún snack saludable siempre a mano. Un buen ejemplo es tener fruta fresquita, frutos secos, crudités (zanahoria cortadita, pepino, tomates cherry…), proteína en polvo (recuerda que nuestros botes de 125gr son ideales para llevar a todas partes y puedes hacerte un delicioso batido de proteína e incluso un helado súper saludable), también te ayudarán a saciar tus ganas de dulce nuestros Willy’s, cacahuetes cubiertos de chocolate negro sin azúcar y los Protellitos para matar el antojo de dulce.
¡Disfruta y vuelve con más fuerza que nunca de tus vacaciones!
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